09 noviembre 2015

La cuestión Española y los Catalanes



                    No hay medio en este país que no se haga eco del difícil encaje entre Cataluña y el resto de España, desde medios financiados por el gobierno como La Razón se habla abiertamente de golpe de estado no violento, mientras otros más sensatos hablan de la necesidad de renegociar el estado autonómico. Hoy García Albiol afirmaba abiertamente durante la votación sobre la creación del estado Catalán la gravedad de la declaración y el problema del independentismo, ahora bien, ¿Es realmente el independentismo el problema?

En este país históricamente se ha asociado el concepto de nación a una serie de términos políticos que no abarcan al país, sino al conservadurismo Español. Se asocia directamente la nación Española con la monarquía y las instituciones de la transición, es por ello por lo que tanto partido popular como ciudadanos están en contra de la celebración de un referéndum, puesto que la celebración del mismo sería otorgar la soberanía a los ciudadanos. Esta concepción de soberanía no es más que una defensa de su procedencia oligárquica, podemos ver procedencia Franquista como la del ministro de interior hijo del teniente coronel Fernández Ortega, principal director de la represión en Barcelona, la de Jesus Posada el presidente del congreso es hijo del gobernador civil de Valencia, procedencia de la oligarquía histórica como Garcia Margallo, hijo del gobernador de Melilla, de los intereses empresariales como Pedro morenés representante de los intereses de la industria del armamento o Rafael Catalá representante de la industria del juego y de las apuestas, tenemos descendientes directos del antiguo régimen como Pío garcía Escudero Conde de Badarán, casados con estos como Esperanza Aguirre (casada con el Conde de Bornos y murillo) o hijos de estos como Percival Manglano (Hijo del barón de Terrateig). Así, es natural que consideren que la soberanía reside en las instituciones y la monarquía, porque por un lado gracias a la transición perpetuaron su poder, un poder que sus familias han regentado durante toda la historia, mientras que por otro lado cuestionar la monarquía sería cuestionar también su posición porque perderían valor los títulos nobiliarios. Por ello no respetan la voluntad soberana del pueblo porque históricamente ellos han sido los propietarios de España.

El concepto de nación además nace tras la construcción de los estados modernos en contraposición al sentimiento tradicional de lealtad al rey o a la iglesia, en España este sentimiento fue aprovechado por la iglesia para asociarse a la idea de nación Española, de esta manera durante todo el siglo XIX y principios del XX se tuvo esta discusión pues mientras los liberales afirmaban que puesto que la patria era un constructo social que no muere por lo tanto no requiere de confesión, el conservadurismo y el carlismo asociaron la idea de que la gloria de España en el pasado había sido gracias a su confesión cristiana católica y que los verdaderos españoles eran los "cristianos viejos". Con el tiempo y las revoluciones liberales, los católicos se mostraron como defensores de la autoridad y el orden social frente a la barbarie de la revolución haciendo que el debate se planteara entre la "España" y la "antiespaña". Podemos ver perfectamente como esta construcción nacional fue la utilizada por Franco para dar un golpe de estado y eliminar sistemáticamente a la oposición al nombre de "cruzada para liberar España" y que actualmente continúa vigente en muchos aspectos ya que en la mayoría de actos oficiales sigue participando activamente la iglesia, incluso los propios ministros y presidentes juran los cargos sobre la biblia y no sobre la constitución que es lo que de verdad nos representa a todos, pero claro, ellos no están para representar a todos sino a los verdaderos españoles, los cristianos apostólico romanos.

Además de estos dos factores debemos sumar el centralismo característico del nacionalismo español que abanderan los conservadores. El nacionalismo periférico nace como reacción a las medidas tomadas por los gobiernos centrales, la supresión de los fueros sumada a el aislacionismo bloqueaban la industria en País Vasco y Cataluña, de hecho en los primeros años del siglo xx se hablaba de españa como una de las economías más cerradas del mundo. Además de esto podemos ver que el desarrollo a diferentes intensidades entre las comunidades Españolas también ha contribuido a ello, a finales del siglo xix en el pueblo vasco todavía se mantenían vigentes las ideas Carlistas en contraposición al resto de España donde el marxismo y el internacionalismo comenzaban a tener fuerza, esto sumado a las migraciones de castellanoparlantes hacia el país vasco crearon el nacionalismo vasco. Del mismo modo sucede en Cataluña donde siempre han predominado ideas más inclinadas hacia la izquierda y más federalistas en contraposición con el resto de españa. La dictadura de franco y la imposición lingüistica son por supuesto otro de los pilares clave del nacionalismo periférico, esta imposición lingüistica nace en la corte de Alfonso x donde se adopta el castellano como lengua oficial y llega hasta nuestros días.

Y aquí tenemos los tres principales ejes sobre los que gira la política Española, en primer lugar el debate monarquía república que no es más que una pugna entre la oligarquía tradicional castellana los ciudadanos y la burguesia Catalana y Vasca, el debate entre el laicismo y el cristianismo, como representación del debate entre la españa y la antiespaña,  y por último el debate centro periferia, que muestra la intransigencia de las élites castellanas a permitir modelos más liberales. Así pues, en el caso de Cataluña sucede algo muy claro tal y como afirman las encuestas del instituto de ciencias políticas y sociales el centro político en Cataluña se ha desplazado hacia posturas republicanas, federalistas y laicas, todo lo contrario que sucede con el gobierno de España y con el parlamento, es por ello por lo que ante la imposición de un gobierno central totalmente contrario a las ideas hegemónicas catalanas se produzca una ruptura ideológica, y esto no es algo nuevo, es algo que sucedió ya en Octubre del año 1934 cuando el gobierno de centroderecha en España chocó frontalmente contra el gobierno de izquierda de Lluis Compayns, choque que se saldó con la declaración unilateral de independencia por parte de Cataluña ¿A alguien le suena?

En resúmen, lo que sucede con Cataluña no es más que la cuestión española llevada al extremo, los ciudadanos Españoles deberíamos de votar si queremos condenar finalmente al ostracismo esa idea de españa castiza y decimonónica que únicamente supone un lastre para el avance de nuestro país en lugar de acusar al independentismo catalán de querer romper España porque está claro que el que si que la ha roto históricamente ha sido  el nacionalismo español excluyente que abanderan los conservadores encarnados ahora en el partido popular, ciudadanos o PSOE que continúan diferenciando entre la españa y la antiespaña.

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